Vea al proveedor de atención médica entre cuatro y seis semanas antes de viajar.  

Pida instrucciones por escrito sobre cómo controlar los problemas durante su ausencia.

Si cambia de zona horaria, pregunte cómo tomar los medicamentos en el horario que corresponda.

Consulte sus inquietudes específicas sobre el viaje. Tome notas o pídale a un ser querido que lo haga.

Intente viajar fuera de temporada, cuando hay menos gente.

Piense en qué momentos del día se siente mejor y cuándo necesita tomar los medicamentos.

Si viaja en avión, llame a la Administración de Seguridad del Transporte (TSA, por su sigla en inglés), al menos, 72 horas antes del vuelo. La TSA puede brindarle ayuda en los puntos de control de seguridad. 

¿Tiene una cantidad suficiente de medicamentos? ¿Tiene medicamentos extra en caso de un retraso no previsto?

Lleve los medicamentos en el equipaje de mano. Manténgalos en sus envases o recipientes originales.  

Lleve recetas escritas adicionales. Esto es en caso de emergencia o de que los medicamentos se pierdan.

Empaque liviano y lleve solo lo que realmente necesita.

Lleve la información de contacto de sus proveedores de atención médica. Lleve una lista de los medicamentos que toma y una historia clínica breve en todo momento. Dele una copia a la persona que viaje con usted.

Lleve una copia de la póliza de atención médica fuera de la región de su seguro médico.  

Pida la receta del oxígeno necesario por escrito.

Planifique la obtención de oxígeno en el destino.

Coordine el suministro de oxígeno suplementario con tiempo con la aerolínea. Pregunte acerca de los costos, la documentación y las escalas.  

Consulte acerca de las políticas de no fumar en el lugar al que va.

Comunique a sus compañeros de viaje y a quienes lo reciban que no puede estar cerca de nadie que fume.

Lleve puesto un brazalete de alerta médica.

Empaque un kit de primeros auxilios de viaje. 

Ubique el hospital más cercano a donde se alojará.

Averigüe el número de teléfono de los servicios de emergencia.