Si su hijo tiene anemia
La anemia es una enfermedad que se produce cuando en la sangre no hay una cantidad suficiente de glóbulos rojos sanos. Son importantes porque contienen hemoglobina. Esta proteína les permite transportar oxígeno por todo el cuerpo. La anemia leve puede hacer que su hijo se sienta cansado o tenga menos energía de lo normal. La anemia grave puede provocar muchos problemas de salud. También puede afectar el crecimiento de un niño. Hable con el proveedor de atención médica de su hijo sobre las opciones de tratamiento.
¿Cuáles son las causas de la anemia?
La anemia tiene muchas causas, tales como las siguientes:
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Producción insuficiente de glóbulos rojos
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Destrucción excesiva de glóbulos rojos (hemólisis)
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Pérdida de sangre (por motivos como una lesión, una cirugía o la menstruación)
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Trastornos sanguíneos hereditarios
¿Cuáles son los síntomas de la anemia?
Algunos niños no tienen ningún tipo de síntoma. De haberlos, los posibles síntomas son los siguientes:
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Palidez
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Mal humor
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Debilidad
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Cansancio extremo (agotamiento físico)
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Falta de aliento
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Dificultades para realizar una cantidad normal de actividad física (intolerancia al ejercicio)
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Pulso cardíaco acelerado
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Mareos o desmayos
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Ictericia (color amarillo de los ojos, la piel o la boca; orina de color marrón oscuro) en determinados tipos de anemia
¿Cómo se diagnostica la anemia?
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Se realizan análisis de sangre para evaluar la salud de las células sanguíneas. |
El proveedor de atención médica examinará a su hijo. También hará preguntas sobre los síntomas, la dieta y los antecedentes de salud de su hijo. Además, le realizarán pruebas. La mayoría de estas pruebas se realizan tomando una muestra de sangre de una vena del brazo, de un dedo o del talón. Las pruebas pueden incluir lo siguiente:
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Un hemograma completo. Se realiza para determinar las cantidades de los distintos tipos de células en la sangre. Para el diagnóstico de la anemia es particularmente importante reunir información sobre los glóbulos rojos.
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Un frotis sanguíneo. Evalúa el tamaño y la forma de los glóbulos o células sanguíneas. Para esta prueba se analiza una gota de sangre con un microscopio. Se agrega un colorante para hacer más visibles ciertas partes de la sangre.
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Una electroforesis de hemoglobina. Evalúa las cantidades y los tipos de hemoglobina presentes en la sangre.
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Estudios de hierro. Miden la cantidad de hierro presente en la sangre. El hierro es necesario para producir hemoglobina, por lo que la falta de este mineral puede provocar anemia.
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Análisis del número de reticulocitos. Esta prueba determina la cantidad de nuevos glóbulos rojos que se producen en la médula ósea.
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Biopsia de la médula ósea. En algunos casos, se realiza si la causa de la anemia no está clara. En este procedimiento, se coloca una aguja en el hueso y se extrae parte del líquido del interior.
¿Cómo se trata la anemia?
El tratamiento de la anemia de su hijo dependerá del tipo y de la causa de la enfermedad, así como de la gravedad de los síntomas. El tratamiento puede comprender lo siguiente:
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Cambios en la alimentación. Ciertos nutrientes pueden modificar la cantidad de glóbulos rojos en la sangre. Por ejemplo, para producir glóbulos rojos el cuerpo necesita hierro. Si la anemia de su hijo se debe a la falta de hierro, se le indicará que aumente la cantidad de este mineral en la dieta de su hijo. Hay otros nutrientes que también pueden estar relacionados con la anemia, como por ejemplo la insuficiencia de folato y vitamina B12. A veces es necesario reemplazar estos nutrientes en forma de suplementos o medicamentos (pastillas de hierro o inyecciones de vitamina B12).
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Medicamentos. Es posible que se receten medicamentos para tratar una enfermedad subyacente que esté causando la anemia de su hijo.
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Transfusiones de sangre. Se requieren transfusiones si el nivel de hemoglobina o el número de glóbulos rojos es demasiado bajo y causa síntomas físicos graves.
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Extirpación quirúrgica del bazo (esplenectomía). Es un tratamiento indicado para ciertos tipos de anemia. El bazo almacena una cantidad adicional de sangre y ayuda a eliminar del cuerpo los glóbulos rojos viejos. Esta cirugía se hace con muy poca frecuencia para tratar anemias muy graves.
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Trasplante de médula ósea. En raras ocasiones se administra este tratamiento si el cuerpo no puede producir suficientes células sanguíneas sanas. En el trasplante se reemplazan las células enfermas de la médula ósea por células sanas provenientes de un donante compatible.
¿Cuáles son los asuntos que hay que abordar a largo plazo?
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La mayoría de los niños se recupera de la anemia sin ningún efecto a largo plazo.
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En ciertos niños, la anemia puede ser una afección de por vida. En casos de leves a moderados, el niño debe acudir regularmente al proveedor de atención médica para que le realice los análisis de rutina y lo ayude a controlar los síntomas.
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En casos graves, los niños necesitan tratamiento y cuidados de apoyo continuos. Colabore con el proveedor de atención médica de su hijo para aprender todo lo que pueda sobre la afección del niño y las maneras de ayudarlo.
Revisor médico: Adam Levy MD
Revisor médico: Louise Cunningham RN BSN
Revisor médico: Pat F Bass MD MPH
Última revisión:
5/1/2020
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