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Prevención de cicatrices y contracturas cicatriciales

Prevención de cicatrices después de una quemadura

Las cicatrices son marcas engrosadas que quedan después de que sana una quemadura. La mayoría de las quemaduras de segundo y tercer grado provocan cierto grado de cicatrices. Los fisioterapeutas trabajarán con su hijo para evitar o reducir las cicatrices.

Las prendas de compresión pueden minimizar las cicatrices y ayudar a reducir el dolor. Los niños que tienen quemaduras más profundas necesitan prendas de compresión, que son ropa ajustada que debe usarse sobre las zonas quemadas para reducir las cicatrices. Estas prendas deben usarse 23 horas al día (se deben quitar solo a la hora de bañarse) durante un período de hasta 2 años después de la quemadura.

Su hijo debe tener, al menos, 2 conjuntos de prendas de compresión para tener siempre una prenda puesta mientras la otra se está lavando. Lave la prenda de compresión a mano, enjuáguela, escúrrala con cuidado sobre una toalla y cuélguela para que se seque. No use lejía ni ponga la prenda de compresión en la secadora, ya que esto puede dañarla. A medida que su hijo crece, es posible que necesite prendas nuevas y más grandes.

Los ungüentos con vitamina E y miel pueden disminuir las cicatrices producto de las quemaduras de segundo grado. No obstante, no hay demasiada investigación en cuanto al funcionamiento de estos productos.

Prevención de las contracturas cicatriciales después de una quemadura

Las contracturas cicatriciales se producen cuando la cicatriz de la quemadura madura, se engrosa y se contrae. Esto puede impedir el movimiento. Por lo general, ocurre cuando la quemadura se produce en una articulación. La contractura cicatricial es una complicación grave de una quemadura. Si su hijo presenta una contractura cicatricial, no podrá mover la zona cicatrizada con normalidad. Por ejemplo, es posible que tenga dificultades para hacer actividades normales como vestirse, caminar, comer o jugar, en función del lugar donde se encuentre la contractura cicatricial. Es importante que deje que su hijo haga las cosas sin ayuda, independientemente del tiempo que le lleve o de la dificultad que represente. Esto ayudará a evitar las contracturas cicatriciales y a que su hijo sea más independiente y seguro.

La mayoría de las quemaduras de segundo y tercer grado causan algún tipo de cicatriz. Pero existen muchas maneras de minimizarlas y reducir las contracturas cicatriciales. Entre ellas, se encuentran las siguientes:

  • Usar una férula. A veces, después de que un niño se ha quemado, deberá usar una férula en la articulación para mantener la articulación extendida y ayudar a evitar una contractura cicatricial. Las férulas deben usarse sobre la prenda de compresión.

  • Hacer ejercicios de amplitud de movimiento. Los ejercicios de amplitud de movimiento ayudan a que los músculos y las articulaciones de las extremidades quemadas tengan flexibilidad. Un fisioterapeuta les enseñará a usted y a su hijo a hacer los ejercicios de amplitud de movimiento para que pueda ayudar en el proceso de cicatrización. El profesional determinará los tipos de ejercicios y la frecuencia con la que su hijo debe hacerlos. No obstante, debería hacerlos varias veces por día.

  • Ejercicios. Junto con su hijo, haga los ejercicios especiales indicados por el fisioterapeuta a conciencia. Los ejercicios son muy importantes para mantener extendida la zona de la cicatriz y evitar una contractura cicatricial gruesa, dura y firme. Su hijo debe hacer los ejercicios, aunque no le gusten. Al final de cada sesión de ejercicios, si así lo desea, puede recompensarlo por un trabajo bien hecho. Si el dolor afecta su capacidad de hacer ejercicio, hable con el proveedor de atención médica acerca de cómo aliviar el dolor.

  • Promover la independencia. Dentro de lo posible, deje que su hijo haga las actividades diarias sin ayuda. Por ejemplo, deje que se alimente, se lave los dientes, se peine y se vista solo. Incluso si le resultan un poco difícil, deje que haga estas actividades solo y resístase a la tentación de ayudarlo. El movimiento necesario para hacer las actividades diarias ayudará a mantener la zona de la cicatriz extendida. Su hijo debe hacer ejercicios de amplitud de movimiento todos los días según las indicaciones del fisioterapeuta o del médico. En caso de que corresponda, analice la posibilidad de inscribir a su hijo en un grupo de apoyo o un campamento para sobrevivientes de quemaduras. El apoyo emocional y ánimo por parte de los pares puede tener un impacto positivo en la recuperación de su hijo.

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